La Cruz Y El Arbol Filogenetico

La Cruz, hecha de la madera del Arbol del bien y el mal, es identificada o se substituye al Arbol Cósmico; se la describe como un árbol que "sube desde la tierra al cielo", árbol eterno que "está en medio del cielo y la tierra, apoya fuertemente el Universo", "el árbol filogenético plantado en Gólgota". Numerosos textos patrísticos comparan la cruz con una escalera, con una columna o con una montaña, expresiones características para "El Centro del Mundo". Es la prueba de que la imagen del centro se imponía naturalmente a la imaginación cristiana. Por cierto, la imagen de la Cruz como Arbol del bien y el mal y Arbol Cósmico tiene su origen en las tradiciones bíblicas. Mas por la Cruz (=Centro) se opera la comunicación con el cielo y, al mismo tiempo, todo el universo es salvado. Pero la noción de redención no hace más que volver a tratar y completar las nociones de renovación perpetua y de regeneración cósmica, de fecundidad universal y de sacralidad, de realidad absoluta y, al fin y al cabo, de inmortalidad, todas siendo nociones que coexisten en el simbolismo del Arbol del Mundo (Cf. Traité d'Histoire des Religions, 99 sq., Images et symboles, págs. 213 sq.). Otros temas arcaicos han ido integrándose gradualmente en el escenario de la Crucifixión. Como Jesucristo fue crucificado en el Centro del Mundo, allí donde fue creado y enterrado Adán, al correr su sangre sobre la coronilla de Adán, le bautizó y le rescató del pecado (Cf. e.g. The Book of the Cave of treasure, pág. 53). Y como la sangre del Redentor ha rescatado el pecado original, la Cruz (=el Arbol Filogenético) se convierte en la fuente de los arcanes (simbolizados por el aceite de olivas, el trigo, la vid, a los cuales se juntan las hierbas medicinales). Estos temas mitológicos, elaborados sobre todo por los autores cristianos a partir del siglo III, tienen una prehistoria prolongada y compleja: de la sangre o el cuerpo de un dios o de un ser primordial torturado crecen plantas milagrosas. Es importante recalcar, desde ahora ya, que estos escenarios e imágenes arcaicos, que los autores cristianos volvieron a emplear, han registrado un éxito sin par en el folclore religioso de Europa. Un sinnúmero de leyendas y canciones populares hablan de las flores y las hierbas medicinales que crecen a los pies de la Cruz o en la tumba de Jesucristo. Por ejemplo, en la poesía popular rumana la sangre del Redentor produce el trigo, el aceite sagrado y la vid. "...La carne abajo caía / Por donde caía / Buen trigo se hacía...". "Los clavos batía /La sangre corría. / Por donde goteaba / Buen vino se preparaba...". " De la costilla le corrieron / Sangre y agua. / De sangre y agua / Vid / De la vid / Fruta / De la fruta / Vino / Sangre del Señor para cristianos". sacado de, Historia de creencias e ideas religiosas, tomo II, cap. "Crepúsculo de los dioses", Bucarest, 1986.


by Mircea Eliade (1907-1986)