ROMANA PREOTEASA, licenciada en Bellas Artes y Escenografía por la Universidad de Bucarest, propone un recorrido por sus momentos creativos más importantes. Su exposición reúne pinturas, fotos y esbozos para varias obras de teatro y cine.
Las pinturas reunidas bajo el título "Los signos de la eternidad", son el resultado de una preocupación por los símbolos, a través del tiempo y de la representación de lo eterno frente a lo terrenal. El registro cromático de estos cuadros es muy restringido: se utilizan sólo el dorado, símbolo de la divinidad, el color tierra, símbolo de la caducidad de la vida y el rojo, símbolo de la pasión.
La fotografía es un momento detenido en el tiempo, que pierde su vida en el mismo instante de su elaboración, por lo cual se necesita otra intervención con el fin de reavivarlas. Este es el concepto en el que se basan las fotografías tratadas con pintura. Los esbozos de vestuario son parte de los trabajos realizados para el mundo del cine o del teatro de Rumania.
MUGUR CHIUJDEA es un artista que, siendo un apasionado de la fotografía, se ha orientado hacia el campo visual, después de haber cursado los estudios de cortometraje de la Universidad de Alcalá.
Con su exposición nos propone un viaje a través de las fotos de un país abandonado, que todavía conserva su belleza y sus particularidades. Es un recorrido inédito que intenta captar el aire romántico de los antiguos edificios, iglesias y calles de una Rumania que recuerda los años 1920-1940.
A veces, el artista sacrifica en su trabajo el encuadre, evitando así los elementos de lo cotidiano actual, para dibujar siluetas arquitectónicas atemporales, en un intento de sorprender lo original de los edificios.
Con el propósito de evitar los tópicos de una fotografía turística, retrata con nostalgia tres sitios muy diferentes y muy particulares de Rumania: Bucarest, la capital, Braila, antiguo puerto del Danubio y un pueblo perdido, en los alrededores de la ciudad de Craiova.