
Título original: Chira Chiralina; Moș Anghel
Título en español: Kyra Kyralina y El tío Anghel
Autor: Panait Istrati
Traducción al español: Marian Ochoa de Eribe
Editorial: Pre-Textos
ISBN: 978-84-8191-892-2
Año de publicación: 2008
Kyra
Kyralina (1923) abre la epopeya balcánica y recoge la vida de Stavros, su
infancia, su perversión por un turco y la búsqueda febril de su hermana Kyra
por los harenes de Constantinopla. La obra, que gira en torno a la idea del
viaje y de la fatalidad del destino, es un canto a la amistad verdadera y a la
libertad. El tío Anghel (1924), estructurada en tres partes independientes
gracias a una cronología aleatoria, presenta el devenir trágico de dos seres
excepcionales por sus pasiones excesivas: el tío Anghel y el bandolero Cosma.
Istrati, con la espontaneidad del cuentista oriental, aspira a que sus novelas palpiten como un corazón y combina para ello las fuentes del mejor folklore balcánico con las anécdotas y personajes de su vida aventurera. Como señala Claudio Magris en «El Danubio», «es el poeta de la promiscuidad y de la ambivalencia de Oriente, de ese desorden del cual parece esperarse a un tiempo la redención y la violencia».
Panait ISTRATI (Brăila, 10 de agosto de 1884 - Bucarest, 16 de abril de 1935), escritor rumano de expresión francesa, es considerado uno de los mejores narradores de la literatura rumana. Sus numerosas obras, como «Los cardos del Baragán» (Quálea, 2014) y «Los haiduci: bandidos del pueblo» (Libros de la Ballena, 2018), fueron muy populares en la España de los años 30, por lo que la gran mayoría de sus libros han sido traducidos al español.
Vagabundo rumano y gran escritor autodidacta, hijo natural de una lavandera rumana y de un contrabandista griego, sólo asistió a la escuela durante cuatro años y realizó todo tipo de trabajos para ganarse la vida. Su espíritu inquieto y aventurero lo llevó a partir a Oriente Medio en 1906 sin dinero ni pasaporte. En 1921, tras instalarse en Francia, y desesperado por la tuberculosis, la pobreza y la muerte de su madre, intentó suicidarse. Fue encontrado agonizante con una carta dirigida al escritor Romain Rolland, quien le ayudaría a convertirse en el «Gorki de los Balcanes». Invitado en 1927 a visitar la Unión Soviética, su crítica feroz a las colectivizaciones le costó el rechazo de los intelectuales franceses, por lo que decidió volver a Rumanía, donde murió en 1935 sumido en el olvido.
Podéis encontrar el libro en nuestra biblioteca:
Catálogo en línea Biblioteca Instituto Cultural Rumano (bibliotecaicrmadrid.net)
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