
Elisa Leonida Zamfirescu (10 de noviembre de 1887, Galați - 25 de noviembre de 1973, Bucarest) fue una de las primeras mujeres ingenieras reconocidas de la historia (la sexta), que echó por tierra todos los cánones que marcaba la sociedad clasista de la época para las mujeres.
Siendo hermana y nieta de ingenieros, cuentan las crónicas que quería probar que las mujeres podían tener éxito en un campo técnico. Después de acabar el instituto, Zamfirescu intentó matricularse en la Escuela Nacional de Caminos y Puentes de la Universidad Politécnica de Bucarest, pero fue rechazada debido a los prejuicios sexistas. Se fue a Berlín y en 1909 se inscribió en la Universidad Técnica, en Charlottenburg, donde se graduó en 1912. Al registrarse, el decano trató de convencerla para que renunciara, apelando a «las tres K» - Kinder, Küche, Kirche (hijos, cocina, iglesia) - que definían el perfil de la mujer en aquella época: casta, tranquila, fértil, hogareña y trabajando para apoyar al marido, que era quien traía la comida al hogar.
Los directores de la Escuela estaban ante una situación nueva: era la primera candidata de su historia, pero escribía y hablaba perfectamente el alemán y tenía conocimientos sobresalientes en matemáticas, física y química. Finalmente la aceptaron. Tal vez importó el hecho de que su hermano, Dimitrie Leonida, también era estudiante de la Escuela.
Sufrió las discriminaciones de género que podríamos esperar de la época. Las crónicas cuentan que uno de sus profesores, al verla en la sala de clases, dijo: “la cocina es el lugar de las mujeres, no la Politécnica”. Durante sus estudios, fue ignorada tanto por el profesorado, el decanato y sus compañeros. Sin embargo, 120 años después de la publicación de La vindicación de los derechos de la mujer de Mary Wollstonecraft, Elisa Leonida se graduó con el título de Ingeniera, pasando indiscutiblemente a la historia. En 1912 se graduó con honores. El decano la denominó «la más diligente de los diligentes» y se convirtió así en la sexta mujer ingeniera del mundo.
Durante la Primera Guerra Mundial trabajó como directora de un hospital de la Cruz Roja en Mărășești, lugar de la principal batalla entre Rumanía y Alemania en el frente rumano en 1917.
Fue directora de los laboratorios del Instituto Geológico de Rumanía y, al mismo tiempo, desempeñó labores de profesora de física y química en la Escuela de Niñas "Pitar Moș". Fue la primera mujer miembro de la Asociación General de Ingenieros en Rumania (AGIR) y parte de la Asociación Internacional de Mujeres Universitarias, donde luchó por el reconocimiento de la labor de las mujeres en Rumania.
Dejó su trabajo en 1963, a los 75 años, y murió el 25 de noviembre de 1973 en Bucarest. Hoy en día, se entrega el “Premio Elisa Leonida Zamfirescu” a aquellas mujeres que destacan en el campo de la ciencia y la tecnología.