
"Se define como "un artista fuera de fecha; un amante de las alfombras viejas". Muestra debilidad por las imágenes ricas en color y su composición -algo de lo que su obra da fe-, pero quiere ir más allá. Ion Grigorescu destaca su faceta como "crítico conceptual, un poco seco, con una inquietante conciencia", detalla sin tapujos."
"Sin censura: arte vs política" de María Jesús Hernández, El Mundo.es, 15 iunie 2012